Sentada tomando café. El río completamente frío.
Cortinas de humo. El viento soplaba tan fuerte,
bajando calle abajo,
con las bolsas colgadas de los brazos, tropecé
y me caí, entonces el tendero asomó la cabeza
para ofrecerme ayuda
le presté mi brazo
y con la mente le di un gran abrazo
estábamos a la orilla del mar
regresamos al atardecer
mis nietos me hacen reir mucho
està sortint un grup força cohesionat
molt variat i amb molta imaginació
podem arribar a fer una gran paella cultural
que consistiria en la cuita dels pensaments de
tots nosaltres
somos auténticos es el concepto que yo recibo del
entorno y lo mejor es la ilusión y las ganas que
ponemos todo en la participación
y muy contentos
nos comemos un pastel de chocolate
y nos damos golpes de cabeza en la mesa.
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